Amanecemos en Thies con las oraciones musulmanas que inundan las calles a eso de las 6.30am. Antes de , nos sorprende una lluvia tropical, que alivia el pegajoso calor senegalés y que recibimos con los brazos abiertos. Más tarde, el padre sevillano Antonio Herrera de la misión Don Bosco nos habla sobre Senegal y la labor que desempeñan los Salesianos en este país de mayoría musulmana.
Los niños senegaleses llevan las instalaciones y de un momento a otro, algunos expedicionarios juegan un partido de fútbol con ellos se comunican mediante gestos. Nos despiden entre apretones de menos y abrazos cuando nos subimos a los autobuses, dirección a Dakar. Allí nos reciben miembros de la embajada española y el Instituto Cervantes.
Son ellos los que amplían nuestros conocimientos sobre Senegal, en ámbitos como las costumbres, la economía, los proyectos de cooperación y la situación política actual.
Después nos ofrecen refrescos y bebidas frías, las cuales tomamos con mucho gusto, mientras charlamos con los que dieron la conferencia.
Posteriormente, pateamos las calles de Dakar para llegar a la playa. El olor a pescado asado se mezcla con el Relec, el cual numerosos expedicionarios se echan antes de entrar al océano.
El día finaliza de vuelta a Thies, con unos macarrones, la charla sobre la historia de Senegal de parte del premio Cummberland, el profesor de la Universidad de Dakar, Malamín que nos acompañará en esta expedición para transmitirnos la historia del antiguo imperio de Gana hasta la actualidad, con la tragicomedia que supone montar las mosquiteras para dormir acabamos esta primera jornada africana