Ya casi llevamos 3 días en Colombia. 3 días de adaptación, emoción y cambios. Al principio el sueño y el jetlag truncaron algo nuestro ánimo, pero con los días la cosa no deja de ir a mejor. Lo bueno es que la improvisación y el no saber qué va a pasar es mucho más emocionante de lo que pensaba.
A eso hay que sumarle el choque de culturas, que actúa como un rayo de sol entre las nubes, dándote cuenta de lo mucho que tenemos y de lo poco que lo valoramos. Estoy seguro de que todo irá a más.
Ojalá el tiempo pase lo más lento posible para que la aventura no acabe.
Nuno Castro Albán
Expedicionario ERS 2025


