Crónica 30 julio. Cartagena Indias-Pueblo Viejo

30/07/2025

El fuerte de San Felipe de Barajas no tiene ninguna de sus baterías apuntando hacia las murallas de Cartagena de Indias. En varios documentos se explica el porqué, es un signo que representa que el fuerte existe para defender todo ataque a la ciudad y a su gente, que aquellos que lo defienden no guardan sitio únicamente, sino Cartagena de Indias al completo, y que el ejército es garante de esa seguridad, nunca enemigo de los que viven aquí.

Corría el año de 1741 cuando San Felipe se convirtió en el último bastión de la defensa de Cartagena de Indias frente a la enorme escuadra de guerra inglesa comandada por el Almirante Vernon. Blas de Lezo, desde lo alto de esta enorme fortificación con forma de pirámide, que más bien pareciera un monte de piedra, capitaneó la más inteligente de las defensas de todo su siglo, derrotando a 190 barcos y 30.000 hombres con 3000 soldados, valientes españoles cartageneros, junto con 600 indígenas que se les unieron en la defensa con arcos y flechas.

Tras humillar al inglés, desgraciadamente para la historia el nombre de Blas de Lezo se fue olvidando. Hoy, desde lo alto del fuerte donde luchó puede verse la camiseta de España Rumbo al Sur por doquier, recorriendo los pasadizos subterráneos, mirando por las almenas, preguntando a los guías, apuntando lo que aprenden en sus cuadernos de viaje y recordando la figura de tan ilustre personaje, héroe de España y, por lo tanto, de la América española.

Un trayecto en autobús más tarde (siesta ininterrumpida) llegamos a las inmediaciones de Pueblo Viejo, cerca de la Ciénaga, en una playa grande y larga. A la luz de una hoguera se nos sigue hablando de España y de su historia. Coco nos cuenta el valor de nuestro pasado como nación, de la urgencia de conocerlo y defenderlo ante la mentira, ante la versión falsa de nuestra propia historia que hasta nosotros nos hemos creído.

«¿Y qué vamos a hacer mañana?», pregunta alguno, «Mañana toca marcha» le responden, por lo que muchos optan por irse a dormir pronto para estar mañana listos para el camino que nos espera.