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Crónica día 14

La expedición de “Madrid Rumbo al Sur” realiza las actividades previstas en Kenitra y continúa ruta hacia el norte, visitando Larache y llegando, al final de la jornada, a Asilah.

TERESA Y LAS MONAS

Hoy es el cumpleaños de Teresa, una de las expedicionarias. En la cola del desayuno, Rocío, su monitora, y sus compañeras, le cantan el “Cumpleaños feliz” y le entregan su regalo: En una caja de cartón de ración militar, decorada por las chicas con motivos marroquíes, todo un arsenal de golosinas, vitamina C del Ejército, chicle dental, barras energéticas, y demás objetos que durante la expedición consideramos lujos. Además, una flor hecha de papel y una carta firmada por todas. Teresa llora a moco tendido. Cuando parece que por fin va a poder decir algo, sólo puede articular, entre lágrimas, “sois muy monas”.

PAN MARROQUÍ

En el desayuno, en la comida, entre horas, como acompañamiento o como base de los bocadillos, El pan marroquí. Un pan redondo, fino, de tacto y paladar como si estuviera ligeramente tostado. Los locales lo usan como contenedor de alimentos. Joaquín Asenjo, nuestro historiador, recuerda cómo en una ocasión, en Tánger, le hicieron un bocadillo de huevos fritos con patatas, metidos en el “sobre” que se forma con la media luna del pan.

SALESIANOS

La escuela de formación “Don Bosco” de los Salesianos, donde nos alojamos, es un edificio bien cuidado, con un hall, un polideportivo cubierto con gradas, patio central, vestuarios, duchas, y variadas dependencias con aulas, salones y habitaciones. Tiene tres puertas de entrada, en tres de las fachadas de la manzana en la que se asienta.

El Padre José Antonio Vega, responsable del centro, lleva 29 años en África, los tres últimos en Marruecos. José Antonio tiene la amabilidad de explicarnos los proyectos salesianos en el continente, a pesar de que a media mañana recibe la visita del arzobispo. Ilustre visita que oficia una ceremonia a la que asiste buena parte de la expedición, donde se produce un encuentro con la comunidad católica del lugar, formada por personas de diferentes países de África. Apretada agenda la de este cántabro, a la que se adapta el cronograma “a la africana”, siempre laxo y flexible, de “Madrid Rumbo al Sur”.

FORMACIÓN SUFICIENTEMENTE PROFESIONAL

Los salesianos, explica el Padre José Antonio Vega, regentan en África, como en España, centros de Formación Profesional. Pero se adaptan a las circunstancias. Si en España estos centros buscan la excelencia técnica, en África tienen un carácter mucho más ocupacional. Aquí se trata de dar a los jóvenes una alternativa a la calle, y una formación mínima para que en un breve plazo puedan desempeñarse con dignidad en algún trabajo. Distintas respuestas para diferentes necesidades.

LA PÁTINA ÚTIL

Los soldados alemanes que lucharon en la ratonera de Stalingrado decían que la pátina de suciedad grasienta que les cubría, lejos de ser perjudicial, les protegía de las bajas temperaturas y les libraba de las enfermedades. Si fueran ciertas esas propiedades del sudor pegajoso y el polvo pegado en la cara, nuestro equipo médico sería innecesario. Camisetas con la sal del marcando círculos, botas blancas de la tierra acumulada, pantalones en diferentes tonalidades y colores, sólo limitados por el número de sustancias que pueden mancharlos. En todo caso ni los endurecidos Afrika Korps de Rommel, ni las indómitas “ratas del esierto” del VIII Ejército británico, pasearon por dunas y secarrales su suciedad con mayor gallardía que estos chicos. Famélica legión de caras aceradas y miradas endurecidas. La suciedad, lejos de afearles, les da carácter.

RAPPEL CREDITICIO

En e patio del colegio se realizan actividades diversas, como una demostración de rappel, y talleres de percusión, cooperación y cuaderno de viaje.

Desde la segunda planta del edificio, en el patio interior, los bomberos del equipo habilitan una cuerda para practicar rappel. Reparten arneses y cascos, y uno por uno, nos lanzamos. Controlando la seguridad, desde abajo, carlos toro, responsable de las cuentas de la expedición. Desde arriba le digo a Carlos Toro que, siendo él bancario, casi prefiero lanzarme al vacío que confiarle mi seguridad. Él sonríe y me mira, sin moverse. Sabe que acabaré, sí o sí, bajando por la cuerda que él sostiene. ¿Metáfora?

LARACHE

Hacia el norte de Kenitra, sobre la costa atlántica, Larache, antiguo protectorado español. Desde el autobús: Playa, pescados a la brasa, barcos de pesca, colorida plaza con el Hotel España. Bonita ciudad con aire decadente que le da sabor. Me comenta Enrique Peris, compañero periodista del equipo de la expedición, me comenta que el anterior rey de Marruecos hizo pagar a principios de los 60 su oposición a que los españoles salieran del Protectorado con una carencia absoluta de inversiones. A pesar de que Mohamed VI ha variado radicalmente esa política, la decadencia de muchos de los edificios de Larache puede tener parte de su origen en ese castigo.

HERMANAS DEL ALFA Y EL OMEGA

Las Hermanas de la caridad regentan un centro en la zona portuaria de Larache. Plagado de edificios blancos con celosías y azulejos, y con espacios ajardinados, el recinto acoge tres áreas: Una guardería, un centro de preescolar y un centro de día para ancianos. Las cuatro monjas que nos reciben, encantadas de hacerlo, cuidan, pues, del principio y del final de la vida. Del Alfa y del omega de existencias limitadas temporalmente. Ellas merecen la gloria eterna.

TECOL

Una de las Hermanas de la Caridad, canaria, saluda al Teniente Coronel Manuel Cámara, Manolo, como le conocemos, acompaña desde hace años a nuestra expedición, abriéndonos las puertas de las instalaciones militares que nos dan cobijo, ofreciéndonos charlas sobre las misiones de un ejército moderno en tiempo de paz, y regalándonos su experiencia como organizador de grupos y convoyes. Recuerdo a Manolo, cuando le conocí hace un par de años en la expedición a Senegal, con el brazo en cabestrillo desde el principio por un accidente. No recuerdo que este oficial endurecido y curtido dejara de hacer ninguna labor por tener un solo brazo útil. Manuel Cámara es un tipo discreto, con pocas palabras de más. Pero aunque no se haga notar, con él al lado uno se siente más seguro.

EL ATAQUE DE LOS MOSQUITOS

Desprevenidos. Totalmente. Hay que admitir que así nos ha pillado en larache el enorme número de voraces mosquitos. Voraces y pertinaces. Hay que espantarlos de nuestros brazos y piernas para aplicarnos el “Relec” antimosquitos. Demasiado tarde para muchos, que ya estamos plagados de picaduras. La Hermana Paula, de las Hermanas de la Caridad, nuestra anfitriona, se ríe de buena gana, moviendo la cabeza de lado a lado, mientras se mofa: “¡Mira que venir desprevenidos!”.

LAS MEJORES SARDINAS DEL MUNDO

Nuestro responsable de cocina, Pablo Font, obra el milagro. Si no multiplica los panes y los peces, por lo menos los dispone para la cena. Compra en la lonja de Larache sardinas, y encuentra un sitio donde nos las asan. Es uno de los abundantes chiringuitos que las cocinas en la calle, avivando las brasas con ventiladores. Sentados en mesas corridas, ocupando la calle, los 150 de “Madrid Rumbo al Sur” devoramos vorazmente, entre el humo dominante, el pescado y el pan que nos sirven. Hambrientos como estamos, nos parecen las mejores sardinas del mundo. Quizás lo fueran.

ASILAH

Apenas 40 kilómetros al norte de Larache, Asilah. De noche, a vista de autobús, una avenida, especie de paseo marítimo, con farolas y palmeras. A las afueras, en un aparcamiento de la avenida, anexo a la playa, aparcamos los vehículos. Los expedicionarios, guiados por sus monitores, buscan sitio en la arena para extender esterillas y sacos. En la oscuridad, el sonido del reflujo de la marea y las líneas blancas de las olas indican la presencia del mar.


Crónicas expedicionarios

Reflexiones nocturnas

Es curioso pensar que seguimos aquí, aún no me acostumbro a pensar que estoy en Marruecos. Los días pasan intensos, con cansancio, y muy diferentes a los que estarán viviendo miles de personas.

Piensas en tu familia… no hay a penas tiempo de reflexionar. Entre las actividades rutinarias, la limpieza, los talleres y que en el autocar no pensamos nada más que en dormir ¡nos falta el tiempo! (ahora nos falta y luego nos sobrará, 1440 minutos dan para mucho).

Cuando pienso en cuan diferente será todo cuando volvamos me pregunto si aprenderé a valorar más las cosas, si echaré en falta a la gente, si me resultará todo insignificante o por el contrario todo me parecerá horrible y cruel.

No quiero marcharme. Me gusta el estilo de vida enloquecedor, nómada, lleno de vida que llevamos. Es cierto lo que dicen los monitores de que este viaje es único, inolvidable y que nos consume poco a poco. Dicen que esta expedición nos va a enseñar, luego nos llenará y por último nos dará alas para volar a otros proyectos y llevar una vida llena de aventuras.

Otro detalle del que me he dado cuenta es que todos los colores, la pobreza, los olores, los paisajes, o incluso las sensaciones que estoy experimentando, me gustaría compartirlas. Ahora mismo las comparto con los rumberos y los monitores, pero me gustaría tanto poder grabar todos mis recuerdos y poder transmitirlos intactos hasta la gente, que se pueda decir que mis ojos sean los suyos, que mi piel sea el reflejo de la suya y que sus manos puedan tocar todo lo que yo toco.

Aquí todos somos como una gran familia y cada persona que conocemos agranda la dicha un poco más. Yo ya he tendido mi mano para dar amor a los más necesitados; el amor mueve el mundo, arrodillémonos ante él con reverencia.

Gracias una vez más a Madrid Rumbo al Sur por esta gran oportunidad.

Paula T.


Un tumulto de gente en medio de todo, la nada solitaria inquieta enrevesada de gestos de ojos nuevos, de manos nuevas, de personas escondidas tras telas oscuras y turbantes de colores. Son los colores, son los olores, son esas miradas las que cautivan nuestras mentes. El miedo, el sentimiento más temido convertido al positivismo, miedo a lo desconocido que se convierte en curiosidad, un miedo que explota en el interior, destapando la debilidad de nuestras almas, la delicadeza de lo humano, de lo presente, lo que crees ahora, lo que se presenta nuevo como algo que hay que abrir, algo con lo que hay que experimentar, algo con lo que experimentamos juntos.

Natalia Gómez Porrero


Esto es alucinante. Cada día que pasa se vuelve más intenso y nos quita las ganas de volver a nuestro día a día. Ha llegado ese momento en el que nos damos cuenta de que esto pasa muy rápido y que no hay que perder ni un minuto. Aunque penséis que ya es hora de que frene un poco, este viaje solo me da ganas de más, ganas de viajar, ganas de ayudar, ganas de vivir nuevas experiencias y de conocer gente. Aquí somos todos muy distintos, pero al fin y al cabo tantos días conviviendo nos están haciendo ser como una gran familia. A pesar de todo el cansancio acumulado, aún nos quedan fuerzas para disfrutar al máximo de los últimos momentos. Marruecos es un país que enamora. Hemos vivido momentos mágicos como ese despertar en las dunas del desierto, o la niebla que amanecía con nosotros frente al Peñón de Vélez de la Gomera, juntando mar y montaña, y sintiéndonos pequeños ante la inmensidad del Circo de Jaffar. En este viaje todos hemos evolucionado dispuestos a probar cosas nuevas como unas exquisitas sardinas en el puerto, quitándonos la pereza de levantarnos a hacer deporte, desafiando nuestros miedos rapelando un pequeño muro, valorando las pequeñas cosas que nunca nos habíamos parado a pensar y disfrutando de un trozo de pan como si de un manjar se tratase. Aprovechando el hecho de no tener teléfono para vivir el momento con la gente que nos rodea, cantando mientras nos dan un manguerazo o simplemente jugando un partido de fútbol con los chavales de aquí. No os preocupéis, que buscamos también un hueco para pensar en vosotros.
Nos vemos pronto.
Un beso para todos y sobre todo para la abuela.

Marina Seral


Rumbo a cien sueños

Recibimos la gran noticia poco a poco
y de alegría nuestro corazón se llenó.

Y con tanta ilusión
A todos nos emocionó.

Todo a nuestro alrededor
Nuevo era, sólo de pensar
En la gran aventura que nos espera.

Todo comenzó de aquella manera
De preparar las pruebas y el trabajo
Aquello tan especial y único
Que a todos aquí nos trajo.

Cien personas por conocer
Con muchos de ellos muy bien lo pasaré
Y en cualquier momento siempre les recordaré.

Queridos rumberos
Sois ese verso
Que no se dice
Con palabras.

Ese verso tan bonito y dulce
Que mi alma llenó de gracia
Aquellos tan asombrosos
que llenaron mi mente de alegría,
esos tan emocionantes
con los que viví una gran aventura.
Aquellos tan maravillosos
Con los que viví una pequeña parte de mi vida.

Sois ese verso que
En cualquier momento recordaré
Aquellos tan mágicos que
En mi vida jamás olvidaré,
A todos vosotros
Por siempre
En mi corazón
Os llevaré.

Momentos y momentos
Alegrías y emociones
Que en mis pensamientos
Quedarán grabados como cuentos.

Todo ello en mi corazón
Quedará guardado,
Y tenedlo por seguro
Que ni en un siglo será olvidado…

Dedico esta pequeña poesía a todos los rumberos, a todas nuestras familias y a la organización de Madrid Rumbo al Sur por darnos esta gran oportunidad de aprender y poder madurar y crecer poco a poco.

P.D. Mami, te quiero. Ya quedan pocos días. Pronto estaremos juntas.

Julia López Saagún


Cuando cesan las canciones se escucha el silencio del caótico autobús, es entonces nuestro momento de reflexionar. Pensar en todos los días y experiencias vividas y también en los pocos que nos quedan en este ya no tan desconocido Marruecos. Las cuatro monjas que hemos visitado hoy y todas las personas a las que hacen su día a día un poco menos difícil; es necesario más gente como ellas con ganas de cambiar las cosas, iniciativa y amor a su trabajo. Cada rumbero nos llevamos el espíritu altruista que nos cautivó al llegar a su centro.

Hay que recordar también todas las veces que se ha escuchado esa frase tan típica y cierta de “si me viese mi madre…” y es que estamos cambiando, ya no sólo hemos acabado con el “no me gusta” de las comidas, sino que nuestras cabezas se van rellenando con charlas del gran equipo que nos acompaña y con las gentes que nos encontramos hasta por la ventana de nuestra ya segunda casa: el autobús.

En estos momentos también da tiempo para acordarse de aquellas personas que nos ayudaron, apoyaron y acompañaron para estar hoy disfrutando de esto.

Tengo ganas de veros y abatiros con mis historias. Pero ya queda poco y aunque me da pena reconocerlo, para volver y soñar juntos.

Eva Botija


Septiembre ya ha llegado, demasiado rápido. Quién diría que fue solo hace trece días cuando nos reunimos todos en el Bernabeu para comenzar esta gran aventura. Los días son largos pero pasan veloces como estrellas fugaces; si intentas recordar el principio se hace una nebulosa y parece que llevemos aquí desde siempre. No quiero parecer triste, al contrario, han sido unos días maravillosos y el tener que abandonar Marruecos me hace ver con mayor perspectiva lo especial que ha sido todo. Hemos visitado este país de norte a sur y de este a oeste para conocer desde el más recóndito refugio en las montañas del Atlas hasta la duna más alta del desierto marroquí. Ahora esos días quedan atrás pero perdura el recuerdo de una de las mejores experiencias de nuestras vidas; que todavía no ha acabado.

Beatriz López

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