Crónica expedicionarios 30 de julio

Hacemos deporte con Toro. Desayunamos como reyes: mango, mucho mango, cantidades ingentes de mango, cola cao, galletas y bocata de tomate. Después, nos ducharemos, bendita ducha, 3 minutos de pura gloria bajo un hilo de agua fría.

Hacemos los macutos y nos preparamos para irnos. Respecto a las imaginarias de la madrugada, nadie ha visto nada. Un señor local se acercó para saludar y protegernos a las 3:00 am, pero poca cosa más.

Nos montaremos en el bus, bus blanco. La gente se tumbará en el pasillo para dormir mientras que Marcos y yo hablamos de amores, ovejas y temas sobre el viaje. Nos ponen música buena, mientras bailamos y cantamos. Son 3 horas de viaje que aprovecho en parte para dormir. A mitad de viaje paramos. La gente compra pica pollo y cosas de allí. Yo no me bajo el dinero y solo tengo 50 pesos para gastarme. Se me raja el pantalón y volvemos al bus continuando nuestro viaje hacia los salesianos de Barahona y por fin llegamos a nuestro destino.

Los salesianos nos reciben muy bien. Son muy simpáticos. Telmo nos explicará como en el 94, llevará a unos indígenas en una canoa de 13 metros fabricada por ellos por muchas islas.

La descripción de Toro sobre Telmo encaja: “el ultimo aventurero”. Después tocara baile: dembow, bachata o merengue, con el cual, me voy saltando. Somos 120 personas gozando el baile y oliendo “frescos”. Quiero destacar la charla posterior con Diego: nos damos feedback, cosas que fallan y cosas que funcionan bien. Nos dice que este año está siendo más duro que el anterior. Nos cuenta anécdotas de Uganda con mambas negras, también sobre la lluvia en Etiopía. Le cuento que aquí también tenemos viudas negras y las he visto. Vamos a la fiesta del plátano y en el pueblo flipan con 130 chicos españoles bailando merengue. Estamos todos cansados y finalmente nos vamos.

En el camino de vuelta todo el mundo tiene sueño y dormimos. En el de ida íbamos gritando y de pie todo el autobús con Quevedo.

Llegamos y yo me pondré con Sergio a coser el pantalón. La gente se duerme. No sabemos coser y sale horrible. Pero lo hemos intentado. Luego cenamos y todos repetimos.

A todo esto, Cuesta hoy me ha dado una palmadita en la espalda cosa que significa que soy oficialmente su bro.

Ahora son las 2:00 am y esta todo el mundo dormido.

¡Hasta llamada si Dios quiere!

 Juan Luis Manso