CRÓNICA JORNADA 5.

España Rumbo al Sur cruza el ecuador

La expedición cumple su cuarta noche y le quedan otras tantas por delante. La diferencia de esta jornada con las anteriores es que el campamento no se ha instalado en el cuartel del Picacho, sino en Minas de Riotinto; igualmente al raso.

El cambio de ubicación rompe la rutina. O toda la rutina de la que se es capaz en dos días, que es más de lo que parece. En solo 48 horas, los expedicionarios han incorporado hábitos y marcado territorios propios, hasta hacer del Picacho algo parecido a un hogar, aunque sea remotamente.

El único elemento que no han podido incorporar a su día a día es el de la ducha. Como dice uno de los veteranos de España Rumbo al Sur: “solo hay dos duchas garantizadas: la de cuando sales de casa y la de cuando llegas”. Hasta a eso se acostumbra uno (esperemos no para siempre).

Tras una jornada de inacabables caminatas, puertas cerradas y sombras improvisadas, finalmente se llegó al Picacho, después de 36 horas de ausencia. Toda una eternidad. O casi.

Cuartel, dulce cuartel.

Gonzalo Altozano
Cronista Oficial ERS