Cronica Oficial. 3 dia.

Entre las ruinas de Volubilis

Enrique Peris

La mañana había tenido un sabor intensamente militar. No en vano estábamos en Ceuta. La expedición de España Rumbo al sur se había alojado en las instalaciones del acuartelamiento García Aldave, considerado como la cuna y el origen de la Legión y lleno de referencias a la historia y al significado de esa fuerza armada. “Morir en combate es el mayor honor”, asegura uno de sus lemas, que destaca al pie de una cruz erigida en honor de los legionarios caídos por la Patria.

En su rápido recorrido por los centros castrenses de Ceuta, los chicos y chicas de España Rumbo al Sur habían visitado también el histórico Cuartel de Regulares González Tablas, donde los soldados y oficiales siguen cubriéndose la cabeza con los vistosos tarbuks de color rojo vivo que recuerdan épocas pasadas…salvo en lo que se refiere al armamento de última generación que allí se maneja, y con el que los efectivos se entrenan concienzudamente. Esta es una zona de gran importancia estratégica desde el punto de vista de la defensa, y los cuarteles se encuentran actualmente en situación Alfa Plus, lo que significa un grado muy cercano al de alerta máxima.

En fin, la expedición estuvo presente, además, en el acuartelamiento de El Hacho en el momento en que, como cada día, a las doce en punto, se disparó una salva de cañón para marcar desde ese punto la hora del mediodía en España. Los chicos y las chicas se mostraron el general sorprendidos y un tanto impresionados por el operativo militar y por las armas que se les invitaba a contemplar y a tocar, y cuyo funcionamiento les explicaban los amables suboficiales. Eva y Elena, dos de las jóvenes viajeras de ERS ,  dijeron habérselo pasado muy bien: “Nos ha encantado”, comentaban , hasta el punto de que Eva afirma que ella quiere ser oficial del Ejército español.

Impresionante fue también para muchos de los chicos el paso a Marruecos por la frontera del Tarajal : los trámites aduaneros, no siempre fáciles, el trasiego agobiante de vehículos y sobre todo el paso constante de gente por las vías peatonales en uno y otro sentido, ese cruzar interminable, de un lado al otro, de hombres y mujeres (sobre todo mujeres) que cargan fardos voluminosos, bultos, paquetes enormes y bolsas llenas de las mercancías más variadas.

La llegada a Volubilis se produjo ya de madrugada,  con el lugar en estado de silencio y reposo. Pero, aún a esa hora tardía, y quizá gracias, especialmente, a ese respetuoso silencio nocturno, era inevitable sentir allí el peso y la solemnidad de la historia. Mas que un yacimiento arqueológico lleno de posibilidades sorprendentes aun por desvelar, Volubilis es, en sus ruinas grandiosas,  una ciudad romana “casi” viva en toda su grandeza perfectamente perceptible para el visitante interesado.  Eso será….mañana.