30 julio 2015
La expedición sale temprano del desierto de piedras inhóspito donde hemos dormido camino de Nador.
A mediodía nos recibe Ana, sevillana, médico voluntaria que trabaja desde hace varios años con las Hijas de la Caridad, y con la asociación Baraka. Trabajan en el antiguo convento de los Franciscanos, junto a la única iglesia católica de Nador.
En el Centro Baraka tienen una casa de acogida para ancianos sin recursos, personas dependientes con discapacidades físicas, o con discapacidades psíquicas, frecuentemente abandonados por sus familias, que lo consideran una maldición. Allí les cuidan y se ocupan de ellos, sin esperar nada a cambio. Nuestros expedicionarios van a hacerles una visita para ver la labor que allí se hace.
La experiencia es muy fuerte, y a algunos expedicionarios la garganta no les deja tragarse todas las lágrimas y, por no encontrar sitio, se les salen bravamente por los ojos.
Un poco más tarde les pregunto por sus sensaciones, aquello que más les haya impresionado, alguna reflexión que quieran hacer…
A María Gallardo Navarro, una gaditana todo alegría del grupo 2, le ha impresionado “la sonrisa que te dedican y cuánto agradecen la más pequeña muestra de cariño de unos desconocidos como nosotros”. A JoséLuis Jiménez, del grupo 8, le hace pensar en la suerte que tenemos. “Me recuerda que muchos tenemos familiares o conocidos muy cercanos, que tienen un problema de este tipo -demencias, Alzheimer…-, y que están perfectamente atendidos y rodeados de sus familias. El contraste me ha impresionado mucho”. Lucía Juan, del grupo 4, también comenta cuánto agradecen sus pequeñas muestras de cariño, y que “en cuanto entras por la puerta te das cuenta de todo lo que tienes, y de todo lo que ellos necesitan”.
Para acabar el día, José Luis Cuesta, el excelente fotógrafo de la expedición, nos dedica un rato. Tiene una prolongada experiencia en zonas conflictivas a lo largo de todo el mundo. Entre otras, los campamentos al otro lado de la valla de Melilla, donde se agolpan muchos de los desheredados de este mundo a la espera de una oportunidad. Esta noche comparte en una charla con todo el campamento su experiencia. En sus propias palabras, “es impresionante la valentía de los que no tienen nada que perder“.
Jaime Martínez de Ubago
Cronista Oficial España Rumbo al Sur 2015