«Todo pasa por una razón», me dice siempre mi madre cuando las cosas se complican, y creo que nunca he podido estar más de acuerdo.
Digamos que yo a España Rumbo al Sur lo conocí por casualidad, ¿o por destino?. La cuestión es que he acabado en Panamá con un grupo de especialistas estupendo, que desde un inicio me han hecho sentir como en casa, parte de la familia de Rumbo.
Quisiera agradecer a Diego por tratar a «la pupas» de la expedición desde el segundo día, tranquilizándome cuando más lo necesitaba. De hecho, ya le he perdido el miedo a las agujas. Voy a estarte eternamente agradecida por el trabajo que has hecho en esta expedición, tanto conmigo como con mis compañeros. Antes de irme quisiera también hablar de Alicia, por convertirse en estos días en mi hermana mayor. Sin ella, esto hubiera sido durísimo. Pero entre las risas se me olvidaba hasta el dolor.
Gracias al equipo de cocina y material por hacer todo lo posible para que podamos llenar la barriga y organizarnos de la mejor manera.
Quería despedirme de Begoña, volver a cogerle la mano al despegar el avión y lo mismo al aterrizar. Has sido un pilar fundamental para mí en rumbo, me recordabas a casa. No cualquiera abraza a una niña que se queda dormida en su regazo en el avión sin apenas conocerse. Eso sí, nos quedan partidas de cartas pendientes.
Mil gracias a los monitores por conseguir que más de cien adolescentes consigamos seguir un orden. Me ha encantado poder conoceros. Espero poder ver a Pablo por Valencia -como me prometió- o a Blanca por Londres. Gracias Tuti por enseñarnos lo que es la disciplina y por tener la oportunidad de conocerte más a fondo, ojalá algún día me encuentres por la academia de aviación, quién sabe….(Por cierto, pude pilotar la avioneta cuando me evacuaban). Si lees esto dile a tu hermano que me sigo poniendo roja cuando pienso en cuando me anestesiaron…Dale las gracias porque en cuanto me recupere, lo primero que voy a hacer es enseñar a mis padres el «backflip» que me enseñó a hacer.
No me olvido de mi Jelen, gracias a ti estoy aquí, gracias por apostar por mí siempre. Soy muy afortunada de que, además de monitora, pueda considerarte mi amiga. Te espero por Valencia.
Juga, gracias por el baño después de la caída, significó mucho para mí.
Y por último agradecer a Telmo e Isa por el trabajo y esfuerzo que nos dedican diariamente. Sinceramente, ojalá existiese más gente como vosotros, que estuvieran dispuestos a sacrificar tanto tiempo y fuerzas para enriquecer tanto a los jóvenes. Me siento afortunadísima de formar parte de esto. Llevo grabado rumbo en el corazón. Gracias por haberme abierto las puertas de ERS.
PD: No se me olvidan audiovisuales y radio. Espero que Sergio se recupere de la hipotermia y que Cuesta, Alvar y Cristina sigan alimentando su pasión por lo que hacen, porque se contagia.
Fernando, el «pan con tomate prestado» ese día nos salvó y Pasage, te seguiré ayudando a montar el proyector cuando lo necesites. Me queda pendiente ganar un libro de «La Española» de Chani o una foto de Pecker.
En general, ya para terminar, solo puedo decir que miles de gracias por todo. Panamá ha sido y será siempre, el viaje de mi vida.