Crónicas 716

16 Julio 2012

ERSMiriam FernándezSara MartínGonzalo MartínezLara Núñez
MRS 2012 – Crónica 16.07.2012

Lolodorf

Hoy la jornada comenzaba muy temprano. La mañana iba abriendo paso a la oscuridad, los pájaros comenzaban a graznar con fuerza su canto y a las cinco y media ya teníamos la claridad suficiente como para levantar el campamento al ritmo de los compases incansables de los tambores de los Bageli que no habían cesado ni un minuto en toda la noche. Con el cuerpo cortado por la noche pasada a la intemperie algún que otro expedicionario aún tenía fuerzas para bailar con los pigmeos que andaban ya en las últimas tras el cansancio acumulado. Eso bailes frenéticos les hacen que entren en un estado de trance muy parecido al que consiguen los derviches en Turquía.

Los expedicionarios guardaban todo en sus mochilas, recogían el campamento y nos disponíamos a emprender el camino de vuelta. Esta vez la marcha era un poco más cómoda con más descenso y menos ascenso y la hemos terminado en unas tres horas, de paso firme entre selva espesa con unos expedicionarios que a veces se convierten en niños pequeños preguntando a cada paso ¿Cuánto queda?

A la llegada, todos desfallecidos, buscábamos en la mochila algo que llevarnos a la boca. Yo había reservado una lata de sardinas para la ocasión y así apuntarme otra más de “esas cosas que nunca había hecho ni creo que vuelva a hacer” aunque reconozco que ha sido un “chute” de energía instantáneo, eso sí, que sigo pagando caro pasadas las horas.

Después han llegado a rescatarnos los autobuses emulando esas películas del Oeste en donde todo está perdido y de repente llega el séptimo de caballería galopando a ritmo de corneta, aunque en este caso la llamada ha sido a golpe de claxon. Hemos llegado a la misión donde habíamos dormido la noche anterior y rápidamente nos hemos ido a adecentarnos y a lavar ropa con la que enfrentarnos al último tramo del viaje. A estas alturas ya nos vamos distinguiendo los que, de vez en cuando, lucimos un pantalón o una camiseta decente, del resto. Hay compañeros que África les llega tan dentro que tardarán tres o cuatro días en quitarse esa “costra africana” que ahora lucen con orgullo junto a los pantalones roñosos.

Después de la comida tempranera y de que los chavales hayan tenido un rato para descansar, lavar ropa, etc… Se ha realizado una visita a la misión que nos acoge y los expedicionarios, divididos en grupo, han podido recorrerla y conocer como se trabaja. Uno de ellos ha sido Mario Gibello que nos cuenta que “nos han enseñado el laboratorio y la farmacia. También hemos conocido la sala de maternidad, justo en ese momento ha llegado una mujer joven que iba a dar a luz a un bebé prematuro”. El equipo médico de MRS ha estado muy pendiente de las evoluciones del pequeño, pero lamentablemente la falta de medios hace que en estos países la vida termine casi antes de que comience, y lamentablemente el bebé ha fallecido.

El expedicionario Mario nos sigue contando “ La hermana que nos guiaba en la visita nos ha asegurado que se necesitan médicos y muchos medios para que este hospital funcione al cien por cien”.

A continuación se han entregado juguetes para montar una ludoteca, nos lo explica Telmo Aldaz, director de MRS “La Fundación crecer jugando y Radio Nacional de España, tiene una iniciativa que se llama un juguete una ilusión, y van creando ludotecas en lugares donde verdaderamente se necesita. MRS colabora con esta iniciativa y siempre acercamos los juguetes a los lugares donde acudimos. En este caso los juguetes han ido a parar a una escuela de niñas pigmeas de la etnia Bageli que la llevan las hermanas Pureza de María, que tienen un proyecto muy bonito para ayudar al desarrollo cultural de esta etnia pigmea”. No es lo único que MRS va dejando en el camino aunque Telmo tiene otra impresión “Nos llevamos más de África de lo que dejamos sin ninguna duda. Nos llevamos más de ejemplo, de energía, de fuerza, de cómo son aquí las cosas y nos llevamos mucho más de lo que dejamos”.

Los bomberos son el grupo más admirado sobre todo por las féminas de la expedición. Uno de ellos es Jesús Pastor, que se encontró con MRS “hace unos cuantos años. Yo trabajo en bomberos y pertenezco al grupo ERIC, voluntarios que acudimos a socorrer en catástrofes internacionales. Allí realizaron una selección y al final tuve la suerte de participar. En otras ediciones veníamos con un camión de bomberos que servía para todo, desde transportar agua a sacar a algún vehículo empantanado y en esta ocasión he venido para ayudar en todo lo que pueda, estoy un poco de comodín entre cocina, material y seguridad”.

Jesús Pastor se está haciendo famoso en la expedición por los arreglos que va realizando “Aunque no soy mecánico he estado toda la vida realizando reparaciones y en contacto con motores. Me gusta y creo que se me da bien. He arreglado varias motos, que es mi verdadera pasión, he reparado una máquina de prensar aceite de palma, algún generador, un camión…” Es la primera vez que viaja a Camerún y le está sorprendiendo “aunque me lo esperaba más pobre, sobre todo en las ciudades no se ve tanta necesidad, he estado en otros países africanos donde se notaba más la falta de bienestar en la gente. Una de las cosas que más me ha impresionada ha sido la selva, tan cerrada, salvaje e inaccesible, aquí si te pierdes es difícil que te encuentren”.

La noche ha caído y tras la cena, los expedicionarios han visto la película “El paciente inglés”. Seguramente y si el cuerpo aguanta alguno tendrá tiempo para reflexionar sobre lo visto y de paso sobre lo que se va viviendo día a día.

Profesora MRS 2012 – Crónica 16.07.2012

Después de dos tercios de ruta se hace necesaria una pausa. La sensación de estar viviendo esta experiencia como si fuese una película, no solo por la seguridad y distancia que frente a la realidad que nos enfrentamos, nos proporciona nuestra butaca de europeos, sino por la cantidad e intensidad de experiencias que estamos viviendo, hace imprescindible esta pausa para ordenar ideas y sensaciones y continuar.
Dos semanas de visitas a proyectos de cooperación, toma de contacto con Camerún y su gente, pero también de situaciones de esfuerzo,  convivencia o falta de comodidades que sacan del círculo de confort en el que estamos acostumbrados a vivir a toda la expedición, y que consiguen que el círculo de comodidad de cada uno se amplíe, pero sobre todo que llevemos nuestra mirada más allá de nuestros límites habituales.
Como toda experiencia no es igual para todos, cada uno está percibiendo una realidad de Camerún, aproximadamente140 formas de vivir este “Madrid Rumbo al Sur”. Pero lo más interesante de la experiencia en mi opinión, es que plantea situaciones que dan lugar a preguntas, para las que serán válidas múltiples respuestas a encontrar por cada uno.
Como parte de esos 140 modos de ver de “Madrid Rumbo al Sur”, desde mi agradecida posición de voluntaria del Canal de Isabel II, además del lógico interés por las posibilidades de cooperación en el ámbito del agua, me han surgido múltiples cuestiones a lo largo de estos días.
Por ejemplo la intensiva y expansiva presencia de posibilidades de comunicación, telefonía móvil, televisión, internet… que ha invadido este país adelantándose a otros pasos en la progresión en el desarrollo lineal que está en nuestro modo de ver europeo, genera un tipo de sociedad diferente, sin entrar a juzgar las consecuencias, y que para poder comprender hace necesario romper con nuestras ideas preconcebidas. Situación acorde con una de las características de esta sociedad, con su forma de vivir al día. El origen de esta forma de pensamiento, la necesidad o no de cambiarla, lo intereses externos o internos de permitir ese cambio, así como las formas más adecuadas de cooperación para el desarrollo de este país, la forma en que nos afecta de manera personal, son cuestiones que van a quedar rondando en las cabezas de todos los que estamos disfrutando de esta expedición. Pues como todo viaje, que no turismo, es una de las mejores formas de aprendizaje, pero también generador de inquietudes, de apertura de puertas a otras formas de pensar y de vivir.
Acabamos de volver de pasar una noche con un poblado pigmeo, los Bageli, uno de los pueblos que por su forma de vida, nómada y cazadores en la selva, ha permanecido ajena al desarrollo y mezcla étnica, manteniendo sus costumbres y tradiciones ancestrales. El camino complicado, pero a la vez impresionante para llegar al punto perdido en la selva en el que ellos viven, la participación en sus danzas y celebraciones, o el poder disfrutar de sus explicaciones de sus costumbres y formas de caza y pesca, hacen de este día una experiencia que quedará marcada para siempre en nuestras mentes. Pero reflexiones como la forma de integración de esta etnia, que ha sido históricamente discriminada por otras etnias de la zona, en la sociedad, la forma de compatibilizar una mejora en su calidad de vida con el mantenimiento de sus costumbres, son las cuestiones por las que es necesaria esta y muchas pausas para pensar.
Es inevitable quedarse  conmocionado por situaciones de necesidad que hemos visto, también impresionado por la ayuda de los proyectos de cooperación que hemos visitado y deslumbrado por la amabilidad de la mirada del pueblo Camerunés. Pero todas esas sensaciones, que cada uno encajará de una manera, van de la mano de todas esas preguntas y muchas más que quedarán pendientes como germen para futuros cambios, proyectos o simplemente forma de entender la vida, en todos nosotros, pero sobre todo en los protagonistas de este proyecto, los más de 100 expedicionarios.

Miriam Fernández Lara. Profesora Recursos Hídricos MRS
Canal Voluntarios Canal Isabel II

Expedicionaria MRS 2012 – Crónica 16.07.2012

Un gallo africano ha sido el agradable despertador de esta mañana.
Nos encontramos en el poblado Bagueli. Anoche estuvimos bailando con ellos, pero estábamos muy cansados y nos fuimos pronto a dormir.

Nos espera una buena bajada hasta los autobuses, pero antes nos van a enseñar como pescan cangrejos. Primero mezclan termitas con hongos y luego lo meten en las nasas, de manera que el cangrejo puede entrar en ella pero no salir.

A la vuelta hemos ido por un camino menos empinado que el de la ida. Mientras caminaba, me he quedado mirando toda la selva que me rodeaba y he entendido la razón de por qué a mi padre le gusta tanto viajar a África, y por qué a mi madre le encanta irse junto a él.

Más tarde llegamos al hospital donde dormimos anoche. Las monjas de Pureza De María nos han enseñado el internado y el colegio en el que residen las niñas Bagueli.

Ha sido emocionante cuando les hemos entregado los juguetes donados por “Un juguete, una ilusión”. La sensación de felicidad que transmiten con un simple juguete es increíble.

Por último hemos tenido dos conferencias, en las que nos han querido transmitir las grandes diferencias entre países. Es verdaderamente impactante.

Hoy espero que nos acosemos pronto, mañana nos espera un largo viaje.
Finalmente quiero decir que desde aquí la luna se ve más bonita. Será por eso que me acuerdo más de ti; ¡Felicidades Luna!

Sara Martín

Expedicionario MRS 2012 – Crónica 16.07.2012

Comenzamos la jornada en una de las tribus más recónditas de Camerún, allí los acogedores Pigmeos nos enseñan sus curiosos cánticos, bailes y danzas, lo que no sabíamos es que esta presentación iba a durar toda la noche, y así nos hemos despertado con las mismas personas que nos acostamos bailando y cantando.
Tras una corta despedida y una larga, pero a la vez, gratificante bajada por la selva, la cual a cada metro que avanzábamos nos ofrecía colores y olores diferentes, llegamos a nuestro destino, otra aldea, ya a los pies de la montaña donde nos han recogido los autobuses para llevarnos de nuevo a la misión de la orden Pureza de María y de Medicos Mundi, allí tras un necesitado y merecido descanso, nos hemos duchado y hemos comido.
Tras esto, hemos visitado el convento, el hospital y la escuela en las que las monjas de esta orden hacen una increíble función ya que además de ayudar en todo lo posible intentan reconciliar a dos de las tribus que por estas tierras conviven.
Seguramente hoy sea uno de esos días que recordaremos, ya que aparte de no parar de hacer actividades, éstas han sido extraordinarias: por ejemplo, dormir y convivir con los Bageli, una aldea en la que no vivirían más de 20 personas y que intentan permanecer con las mismas costumbres y  valores  con los que nacieron, y poder estar con ellos es lo que realmente hace este viaje impresionante, y lo mejor de todo, es que este ritmo lleva así 16 días y espero que lo siga siendo hasta llegar a Barajas.
Para terminar quería mandar un abrazo y un beso  muy fuerte a toda mi familia y a todos mis amigos, que sí que estoy bien que os quiero mucho!

P.D: Cork está aquí al lado y además solo hace falta que seas tú.
Gonzalo Martínez Díaz

 

Expedicionaria MRS 2012 – Crónica 16.07.2012

Comienza la cuenta atrás. Se nota el cansancio y la fatiga en nuestras caras.
Los autobuses que al principio eran conciertos a distintas voces se convierten en horas de sueño donde todo descanso es poco.
La sonrisa de cada mañana de lo que antes eran compañeros y ahora son amigos, los bailes frente a los tambores, los olores de la selva y la arena roja en la piel, nos hacen disfrutar cada segundo  de este viaje, donde lo material y la suciedad no importan, conoces a las personas en estado puro.
Me he dado cuenta de que a pesar de las carencias materiales de los habitantes de Camerún y la pobreza vigente a cada paso, poseen la mayor riqueza; la sonrisa, las ganas de vivir, las de bailar y aprovechar la vida con la mejor de ellas.
Ahora queda disfrutar los últimos días del viaje y exprimir al máximo todo lo que pueda porque con lo que estoy sacando de él he aprendido que puedo aportar mi grano de arena a la sociedad y al mundo.

Laura Núñez

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