Después de noches de muy poco sueño, duras marchas bajo el abrasador sol cordobés, carreras continuas y deporte a las 7:00 de la mañana, poquito tiempo libre, y quizás algo de hambre, creo que todos y cada uno de nosotros opinamos y estamos seguros que esta experiencia ha valido la pena y ha sido increíble.
Porque pese a todas las dificultades en las que nos hemos visto sometidos, la mayoría de expedicionarios creo que hemos sabido responder con una sonrisa, una ilusión y un positivismo sorprendentes. Porque sabíamos que detrás de una marcha nocturna, nos esperaba un descanso bajo el precioso cielo estrellado de Córdoba, que después de ir corriendo, subiendo y bajando cuestas a 30°, caía un bañito en la piscina, y que en cada charla que escuchábamos nos nutríamos de conocimiento, cultura, motivación y entusiasmo.
Tras estos intensos días practicando orden cerrado, conociendo el oficio y las vivencias de los militares, aprendiendo de deportistas, misioneros, toreros y escritores; nos hemos convertido en personas un poco más cultas, un poco más disciplinadas, un poco más pacientes y mucho más fuertes.
A lo largo que los días iban pasando y el final de esta primera fase se acercaba, se notaba la ilusión, al darnos cuenta que esto tan solo ha comenzado. Este tan solo es el principio y la introducción de una increíble experiencia, que seguirá en unos días cuando partamos rumbo a Senegal.
Paula García
Expedicionaria ERS 2023