Día 4
Nos despertamos entre paja cortada con unas vistas increíbles. Aunque mi espalda está destrozada por haberme dormido en una mala postura, el deporte matutino me la deja como nueva.
En el desayuno nos sorprenden con una limonada, lo que nos despeja para continuar con el día. Nos dirigimos a las ruinas romanas Volúbilis. Descubrimos que aquellos edificios que vimos la noche anterior iluminados eran los restos de una gran ciudad, con casas y termas de hasta 5.000 metros cuadrados.
Personalmente los mosaicos me parecen increíblemente bonitos y me sorprendió cómo se habían mantenido casi intactos a pesar del tiempo. Tras esta visita guiada nos montamos en el bus que reconocemos como nuestra casa, después de todas las horas. Finalmente llegamos a Fez. Entramos y nos introducimos directamente en La Medina, el centro de la ciudad es un popurrí de colores. He aprendido sobre curtir pieles, sobre las especies, los perfumes y las telas que elaboran a mano en la ciudad.
Me fascina el trabajo que lleva la realización de esos artículos que nosotros vemos siempre terminados. De esta ciudad, conocida como la capital espiritual de Marruecos, me sorprendió ver a varias mujeres autóctonas sin velo. Y me hizo creer que la mujer marroquí estaba alcanzando un lugar junto al hombre en la sociedad.
Por la noche tuvimos una agradable marcha nocturna, para terminar durmiendo en haimas. Una experiencia única.
Yentl Grupo 3
Día 4
Tras pasar una noche al lado de las ruinas de Volúbilis esta mañana, hemos ido a verlas más a fondo. Maravilloso es sensación de ver algo tan bien conservado, a pesar de los años que han pasado es maravilloso y todos hemos disfrutado mucho con la visita.
Después del recorrido hemos subido a los buses para marchar rumbo a Fez, donde hemos pasado casi toda la tarde andando por la medina y visitando diferentes monumentos a cual de ellos más especial y curioso. Según pasábamos, veíamos distintas personas que viven de otra manera muy diferente a la nuestra y por mucho que todos nosotros contemos lo que estamos viviendo, nadie absolutamente nadie que no haya estado aquí en algún momento, se lo puede imaginar tal y como es. La gente te saluda agradable mientras que los niños te sonríen de una forma muy especial, resultando tan cercanos que te hacen sentir como en casa.
Todos nos acordamos de familiares, amigos o conocidos que han estado aquí y han vivido lo mismo. Los recuerdas contando todo con tanto entusiasmo que solo ahora cuando te das cuenta de las cosas. Los recordamos mientras que nosotros ahora vivimos lo que ellos vivieron, sin duda este es un viaje cargado de emociones
Belén Gómez Grupo 3
Día 4
Antes de dormirme anoche vi el cielo más alucinante que se podía ver y con el, dos estrellas fugaces. Nunca antes había visto uno, acostumbrada a las luces de Madrid…
Como de costumbre, aunque nos hayamos acostado a las 3:30 de la mañana, nos despertamos temprano para ponernos en forma con Pablo Martos, aunque hay que decir que hoy ha sido un entrenamiento suave.
Hemos tenido el mítico desayuna que nos carga las pilas cada mañana y hemos visitado la ruinas de Volúbilis que era una antigua ciudad romana.
A mediodía nos hemos subido al bus en el que me he quedado dormidísima, hasta que Filiberto, el conductor, ha puesto la música de Fito & Fitipaldis a todo volumen. Durante el viaje se veía un montón de gente en los lados de la carretera sentados sin hacer nada. A todos nos sorprende la manera en la que no miran y sus vestimentas. Paramos a comer: bocata de caballa y pimientos. Aunque nunca antes me haba gustado, ahora me como lo que sea.
Llegamos a la ciudad de Fez y fuimos a la medida donde los olores de especias, perfumes, cuero, comida y alcantarillado se mezclan. Pasemos por sus calles donde vimos multitud de diferentes comercios que allí en casa no hay. Además, hemos podido comprar alguna que otra cosilla, así que no os preocupéis Andrea, Antonio, Papá y Mama que aquí también me acuerdo mucho de vosotros.
Marta Gruber grupo 3.