No hace tanto y ya parece un siglo, que en un julio como este, en un desierto de Mauritania esta expedición tuvo su primer viaje. Como todas las primeras buenas cosas fue algo inolvidable; poder interiorizar y sentir en uno mismo la esencia de todo un continente. Beber de sus fuentes, conocer su cultura, su historia y su presente y sobre todo creer que puedes formar parte de su futuro, te hace descubrir que se está más vivo, más consciente de tu verdadero papel y destino en este mundo.
Hoy desde la Misión de Kamwenge en Uganda se mezclan los sonidos de los monos, los pájaros, los niños, las campanas hechas con llantas viejas de coches…. Se mezclan con los recuerdos imborrables de años de expediciones por África como este proyecto que ha sido posible gracias a la acogida como a verdaderos hijos o hermanos, que nos han brindado estos héroes anónimos como son los Misioneros. Gente excepcional que trabaja desinteresadamente con un abandono de si, por los más necesitados; Necesitados no solo de bienes materiales o comodidades físicas sino necesitados de algo más importante que eso que tenemos todos los que habitamos en este mundo; Cariño, amistad, empatía y esperanza . Todos estos años hemos sido testigos privilegiados de esta titánica labor; Compartiendo fatigas, alegrías y penas, calor, sueño hambre… Todo esto para experimentar en primera persona una obviedad; que el ser humano es mucho más bueno que malo. Que al final el bien siempre vence al mal por mucho ruido que este haga.
Quiero dar gracias a Dios por haber tenido el privilegio de participar todos estos años en este proyecto.
Dije una vez que hay personas fuertes, tranquilas, puras, majestuosas. Que desprenden a todo el que las conoce una energía tan buena y una visión tan positiva de la vida que te hacen sentir más vivo.
¡Gracias Isa Ussía por ser así!
Por tu trabajo constante y tu ejemplo para todos los que formamos parte de esta bendición llamada España Rumbo al Sur.
Telmo Aldaz de la Quadra-Salcedo.
Director de España Rumbo al Sur.
Uganda Julio 2018