18 días que han pasado en un instante.
Noches sin dormir y comidas de arroz y pasta nos han acompañado todo este tiempo, junto con
caminatas donde dejabas de sentir los pies o autobuses llenos de música en los que Quevedo
era la estrella.
Días llenos de movimiento e incertidumbre y paisajes que solo creíamos posible ver en Google.
Momentos de risas y alegrías, otros de sollozos y cansancio; momentos de superación y
descubrimiento personal; y, en todos ellos, la ilusión y las fuerzas para continuar nunca nos
abandonaban.
Actividades que llegaban al corazón y cambiaban tu forma de….
Lucía Jiménez
Marina Jiménez